martes, 3 de diciembre de 2013

Y en el cuarto Martini llegó Triana

...y de qué manera tuve que controlarme para no besarte cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de Triana. Y que eternos se me hicieron esos silencios cómplices con sonrisas que dicen más que las palabras. 

Cerramos el bar y en el abrazo de despedida me mató tu, de nuevo, provocación intencionada al decir de repente: una noche de amor desesperada...

Y no he podido evitar volver a escucharla hoy antes de dormir porque me encantan tus casualidades y que cuatro horas parezcan cinco minutos. Y ya sabes, la vida es eterna en cinco minutos. 

"Niña tienes algo
que me puedes dar.
Brillan tus encantos
en tu caminar. 

Tuvimos una noche 
llena de color
un río dorado tus ojos son.

Tocamos la vida con nuestras manos
la vida cantaba esta canción:

Una noche de amor desesperada, 
una noche de amor que se alejó."