Las
personas más valiosas que han pasado por ella comparten esta melomanía. Melomanía
que es, indiscutiblemente, mi más preciada herencia genética.
Cádiz.
Música, unos
amigos que a día de hoy son mis mayores aliados; sol, mar, cerveza, música, ron,
ginebra, luna, la humedad mañanera del mar, conversaciones, bailes locos,
más música. Plenitud. Satisfacción. Sentir que tanto drama ha merecido la pena.
Saberte libre y sentirte aún más libre.
Y
que cinco días parezcan cinco minutos. Y ya sabéis, la vida es eterna en cinco
minutos.
Saber
mis pasiones tan mías, sentir mi caminar tan intrínsecamente mío.
Rota.
80.000 personas. Concierto final del último día de festival. Tengo que encontrarte
a ti cuando ni siquiera sabía que estarías allí.
Y
tú siempre me subes las ganas.
¿Qué
pasó? Que me es indiferente lo impasible que te sea. Me da igual bloquearte, aislarme de ti porque las ganas emanen de cara poro de mi piel y me acojono. Que cuando me siento fría como un témpano apareces repentinamente haciendo que regrese mi calidez natural y eso me sienta tan bien. Me reencuentro.
Por eso te miro con la fuerza de quien sabe que tendrá muy medidas y contadas ocasiones de hacer ese mirar algo habitual. Algo incompleto por el miedo a terminar nada. Nada.
Que vivimos dos historias diferentes pero para mí cada adiós es un hasta luego.
Por eso te miro con la fuerza de quien sabe que tendrá muy medidas y contadas ocasiones de hacer ese mirar algo habitual. Algo incompleto por el miedo a terminar nada. Nada.
Que vivimos dos historias diferentes pero para mí cada adiós es un hasta luego.
Ni
puedo ni quiero decirte adiós y sólo espero que el siguiente hasta luego llegue
pronto.