jueves, 7 de agosto de 2014

Y entonces llegó Córdoba


Me encanta agosto.

Agosto me recuerda a mi infancia y debo confesar que mi niñez fue maravillosa. Este mes me sabe a Cádiz, Málaga y Almería, me huele a mar aunque ahora no pueda tenerlo cerca por las mañanas como en aquellos años.

Agosto me invita desechar lo que me absorbe la energía porque la energía me brota de dentro.


Y tú eres tan pura y enérgica que aunque este blog es incógnito haré que leas esto porque quiero que sepas cómo te ven mis ojos, porque me gustaría que creyeses más en ti y fueses consciente de lo que aportas y trasmites a los demás.

No puedes llegar a imaginar la importancia que tiene tu aparición en mi vida, aunque tú no apareces sino que irrumpes y eclipsas con tu presencia porque no dejas indiferente a nadie. Tienes esa gracia natural con certificado de origen cordobés, ese desparpajo innato con el que captas las miradas sin pretensión alguna, esa capacidad de cuestionarte a ti misma y hacer autocrítica de los actos que no te hacen sentir bien. Sé que luchas contras tus inseguridades y que te es duro, sé que te da pánico la fragilidad del presente, te da miedo ser feliz porque cada vez que has creído serlo en el pasado se ha desmoronado todo y la hostia te ha dolido demasiado.

Tienes una inteligencia, una capacidad de trabajo y esfuerzo que admiro increíblemente, una sencillez y una ingenuidad que te hacen preguntar sin miedos ni tapujos,  por eso  aprendes tan rápido.

Eres una persona de las que dejan huella y a mí me la dejaste esa noche de noviembre en la que me cantaste “volver” en aquella azotea con vistas a Triana. Eres ternura pura, no te gusta juzgar sin argumentos, por eso es un castigo que los únicos prejuicios y miedos que tienes son con y para ti misma porque eso no te hace bien.


Sé que en el futuro la vida hará que nos despeguemos y que estemos más ausentes que ahora porque los ritmos nos cambien pero sé que te voy a tener en mi vida durante mucho tiempo. Sé que nos aportamos muchas cosas bonitas y que nos hemos cogido un cariño imparable, al principio incluso nos preocupaba la velocidad del acercamiento y los niveles de empatía. Ahora sabemos que hay momentos en los que encuentras alguien o algo que te rompe los esquemas y lo mejor que he hecho ha sido permitir que tú me los rompas. Me alegra inmensamente que seas capaz de permitir que te escuche y que te abras a mí cuando el cerebro te va a mil por hora, me gusta que sepas que puedes hacerlo porque no te voy a juzgar y desahogarte te hace bien, nos lo hace a todos.


Y sé que piensas que no soy objetiva y que no desprendes todas las cosas que yo veo en ti pero estás profundamente equivocada, Emilia.

Yo te aseguro que es así como las personas te vemos, lo único que hace falta es que tú también lo sepas.

2 comentarios:

  1. Precioso homenaje, ni más ni menos que a una amiga, eso son palabras mayores!

    Cuídate

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  2. Si la conocieses sabrías, sin lugar a dudas, que es un "homenaje" o declaración a corazón abierto basada en la más pura realidad.

    Besitos

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