miércoles, 8 de julio de 2015

Declaración de intenciones I

Estamos dejando de disimular que aún no nos conocemos. 
Me voy sintiendo cómoda en tu mirada.
Vas poniendo fin a mis poses, emanas luminosidad y me vas cambiando el huir por fluir.
Vuelo bajo para no perder de vista el suelo.
Contigo me siento en terreno firme pero con nubes en el estómago.
Siempre me cosquilleas en la barriga antes de verte.

Y cinco segundos después de que aparezcas en la cabina de la Dos de Mayo, las cosquillas se convierten en ganas.
Deseo.
Apetencia de reflejarme en tus ojos.

Y cada noche se reduce el tiempo que tardas en conseguir que no me quite la sonrisa de la boca.

Me declaro adicta a tus sábanas.
Y adepta a tu pircing de la lengua.

No quiero que te marches. 
Ni tampoco retenerte.
Sólo quiero seguir floreciendo en tu mirada y que tu luz me cale sin que me provoques un ápice de frío.
Sólo quiero ir cogiendo altura sin moverme de Malasaña. 
Sólo quiero que no desaparezcan las cosquillas. Y que el deseo me tenga en las nubes.
Y que me provoques este buen humor. Esta certeza de sentirme bien.
Que me excarceles los miedos y mis cobardías.

Seguir siéndote adicta y adepta.

Aunque ahora hace calor, el invierno viene de frente. 
Te dosifico todo lo que puedo. No quiero que nos cansemos el uno del otro. No quiero que el otoño tiña de marrón grisáceo las diez de la noche en la Dos de Mayo.
Sin duda, Malasaña sería distinta sin rizos. Malasaña sería otra sin libros prestados y pérdida de pendientes. 

Y sino me quedo a dormir no es por falta de ganas.
No me quedo porque es pronto aún.
Y confieso que contigo lo quiero todo.
Pero a fuego lento.





1 comentario:

  1. Qué bonito lo que estás viviendo!!!!! Ya tocaba, ves???? En Madrid te esperaba quien te ha devuelto la sonrisa.

    Disfruta cada minuto! Besazos.

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