sábado, 11 de enero de 2014

La evolución de las especies.

- ¿Tú crees que esto sería liarla?

- No sé por qué tiene que ser liarla. A mi parecer esta todo bastante claro.



Y, sin más, pasó de nuevo.


Y realmente mi respuesta fue sincera, pero no contaba con estar tan agusto ni que sacases esos libros que, sorprendentemente, lees por placer. Tampoco contaba con que después de tanta indiferencia e incluso tensión al coincidir en los últimos tiempos, la conversación contigo fuese a fluir de ese modo. Me sorprendió realmente la honestidad al darme información sobre tu vida, en cierta medida me abres la mente al hacerme consciente de lo enamorado que estás y de los proyectos que tienes en tu vida. Me gustó mucho saber que, en medio de mi desesperanza y desidia en todo lo relacionado con los proyectos de dos, aún queda gente que cree en lo que ha construido y construye con otra persona. 

Sin embargo me encantó que te preocupase tanto dejar las cosas claras conmigo, tener claro que yo no estoy confundiendo la situación y que tu no tienes ninguna responsabilidad, en caso de que así fuese porque has sido muy leal conmigo.

Finalmente la vida es pura dialéctica, todo está en constante movimiento y los cambios en estos tiempos van a cámara rápida. Pronto ya no habrá más posibilidades de que estas situaciones se repitan y eso me alegra.

No hay que sobrevalorarse a una misma demasiado, estoy muy lejos de sentir y de confundir nada con nadie pero tampoco puedo obviar ni infravalorar que me sorprende lo cómoda que me sentí ayer, lo que me engatusa tu sonrisa y cómo me percato de que se intensifica lo que te brilla la mirada cuando miras al sonreír.

Y agradezco saber que hay sensaciones que, pese a que la motivación debe ser únicamente sexual, están ahí y cuando surgen, pese a los esfuerzos de control de todo, no me queda más remedio que reconocer que contigo no es algo únicamente sexual. Tampoco es emocional, tal vez tiene un componente de conexión o empatía mental que es realmente es lo que me atrae e intimida de ti.

Y, sin más, mejor dejo de rizar el rizo que no hay que liarse.





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