Es cierto eso de que nos invade el miedo cuando las cosas suceden.
Pero luego te veo guiñarme el ojo justo antes de besarme y se me pasa.
Recuerdo lo guapo que estabas el jueves en el concierto con esa camisa de
cuadros rojos y el miedo me abandona.
Pienso en tu mirar y mi recelo se rinde. Se doblega y se retira, sabe que
no puede hacer nada para competir con tus ojos.
Te rememoro desnudándome con la seguridad que siempre lo has hecho y el
temor recapitula.
Ese desasosiego me abandona cada día.
Se aleja.
Esto es un deshielo.
Y lo único que deseo inundar es tu boca.
con la caló que hace...
ResponderEliminarInundar soledades y amores como cubatas.
ResponderEliminarBrindo por eso :)