jueves, 23 de agosto de 2018

¿Qué son los 30?

Los treinta. Madre mía...los treinta.

Podría empezar por el final. Era yo más vieja a los 20. 
Cuando llevaba a los hombros vidas ajenas. Cuando priorizaba un comité provincial al cumpleaños de mi madre. Cuando no sabía lo que tenía que exprimir aquellas palabras de Mercedes en la clase de historia medieval; y aún no sé que ponerme para salir de copas, pero al menos ahora si sé que elija lo que elija, estaré bonita. 

Los treinta daban vértigo. Los treinta eran otra cosa cuando aprobamos selectividad y esperamos un futuro que no es el que luchamos. Hubo tantas manifestaciones, tantos encierros universitarios y ni treinta 15M han conseguido demasiado. Ahora, ni los veinte ni los treinta, ni los que vengan, cambiaran el que crea que la lucha es el camino. Lo que si pasa es que a los veinte el camino no es tan enrevesado, no hay responsabilidades ni facturas. A eso juega este sistema. Como en un tablero de ajedrez los años nos hacen pasar de reyes o damas a simples peones, en el fondo, lo que siempre fuimos.

¿qué son los treinta?

Son las dobles en comendadoras con mis amigas cualquier día de la semana. Son las mañanas en este piso de Espíritu Santo, que ahora es mi hogar, esperando que salga este horrible café de la cafetera italiana más barata del mercado, los treinta son la calle pez y ese bar con olor a fritangana infinita al que tanto cariño le tengo. Los treinta son haberme enamorado como creía que no era posible. Hacer verdad los versos de Benedetti "la desdicha se llena de milagros, el miedo se convierte en osadía y la muerte no sale de su cueva.
Los treinta son mis padres haciéndose mayores pero siendo mis pilares igual de fuertes que lo han sido desde el día en el que nací. Los treinta son la aventura en la que me embarqué ayudando a mi hermano a encontrar un camino firme.
Los treinta son ir a comer salmorejo a la Gloria, cervezas al Balcón de Malasaña y café a cualquier sitio rico que este cerca. Y después a echarnos un rato en casa, a relajarnos y disfrutar del sexo de un modo que para lo único que queda hueco en lo que reste de día es para una ducha, algo de tele y dormir.
Los treinta son Jesús; la firmeza que encontré es sus ramas y la falta de miedos a que esas ramas se tuerzan, se resquebrajen o se rompan. Son las ganas de cuidarlas y regarlas; La ilusión de creer en ellas porque no asfixian porque no pesan, todo lo contrarío. 

Los treinta no me producen el vértigo que planificaba.

Así que sin más, feliz Cumpleaños, Ana.

Bienvenida a la treintena. 


1 comentario:

  1. Es verdad que eres mas bonita cada día, cosa que a los 20 parecía imposible....Yo me alegro de que los 30 te sienten tan bien, tan Madrid, tan Jesús, tanta Libertad bonita....también tan lejos, pero no me preocupa, porque no importa el tiempo que pase sin vernos, ni las mechas rubias que te eches, a los 20, a los 30 y a los 40...serás mi morena

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