En fin,
Tener miedo y estar vivo
A menudo es parecido.
Así que,
¿cómo no temerte a ti?
Tener miedo y estar vivo
A menudo es parecido.
Así que,
¿cómo no temerte a ti?
Pequeña bachata mediterránea - Ismael Serrano
Hay elementos que armoniosamente se mezclan al disfrutar de platos y vinos. Encajan a la perfección en nuestro paladar.
Esa combinación perfecta que tiene que despertar las más placenteras sensaciones.
Muchos de mis años fueron de gran reserva, sin embargo nada me decían todos aquellos quesos manchegos y carnes de caza. Al decidir romper con esa tipología vinícola también desterré esos platos. Se los prohibí a mi paladar para siempre.
Decidí ser un vino blanco, lo que me condujo a sabores nuevos. Sabores placenteros que me estimulaban y excitaban: pescado y marisco a toneladas. Todo sabía a mar y me lo tatué en una botella. Libertad a raudales.
Y el paladar se acomodó. Empecé a echar de menos elementos de aquellos días de gran reserva y me comenzaron a sobrar ingredientes cotidianos de ser vino blanco.
¿Qué es la bobería esa del maridaje?
¿Quién decide por qué armonizan vino y plato?
¿Quién prohíbe degustar lo que nos apetezca aunque las leyes parezcan indicar que no armoniza?, ¿Quién decide qué es armonía?.
Si no armoniza basta con poner por medio un trago de agua e ir apreciando los sabores sin que se obstruyan entre sí.
Estos días soy un vino que se niega a coligarse a ningún alimento.
Y lo más importante de todo es que veo lo negativo de parcelar la vida y los sabores. Quiero contaminarme porque al hacerlo abandonas las restricciones y, por ende, dejas de añorar aquellos aromas balsámicos y claro, también es arriesgarse a empachos e intoxicaciones de las que nos sobrepondremos.
Existen
alimentos con rostro que armonizan conmigo me vuelva orujo, chacolí o
vino dulce de Málaga. No niego mi resistencia a sentirme encandilada por
su sabor pero me es imposible desafiar tal placer sensorial.
fascinante como escribes
ResponderEliminarMe ha encantado conocerte
tienes MAGIA
beso
Nada como un paladar exquisito
ResponderEliminaryo no creo saber nunca que viene con una carne o un pescado, si blanco o tinto... más que nada porque solo tomo cerveza... y como tú bien dices, agua y a seguir comiendo!
ResponderEliminarbesos.
Esa es la actitud! Lo que apetezca sin tener que seguir las reglas! A veces saltarte las normas te hace sentir más viva.
ResponderEliminarTe noto con fuerza, me alegra!!!
Besazo
Pues la vida es desafío, y sí, no es necesario que nos den las cosas echas, ni que nos digan que es cada cosa. El nombre se lo podemos poner nosoros.
ResponderEliminarMuchos besos,