lunes, 15 de octubre de 2012

Es complicado



Nada arregla nada, las cosas son como son. No te puedo decir que ya se te va a pasar, porque no sé si se te va a pasar. No te voy a decir lo que tenés que hacer, porque no lo sé. Nadie puede decirle a otro cómo hay que vivir. Lo que tenés que saber es que va a haber mucho dolor, mucho dolor mucho tiempo. Ya que estamos te lo digo, aunque sé que ahora no me vas a dar bolilla: hay que seguir, Joaco, hay que seguir. Todo lo que nos pasa es mucho menos importante de lo que a uno le gusta creer. No hay una sola vida…hay una sola vida, pero dentro de esa vida, uno vive muchas vidas, todas diferentes, algunas mejores, otras peores, y ninguna tiene mucho sentido. Hay que seguir, pichón.


Roma, Adolfo Aristarain.





Lo que más difícil se me esta haciendo son las noches. Siempre me he considerado nocturna, se me daba realmente bien exprimir las noches, noches de cualquier tipo, sentía que era el mejor momento del día para hacer balances, analizar experiencias o relaciones y sobre todo para sentir. Las noches me hacían sentir, me incitaban a frenar el ritmo de la rutina para agudizar los sentidos y disfrutar más que en ningún otro momento de una buena canción, un libro, una conversación, cualquier cosa era más fácil de exprimir.

Ahora son las tres de la madrugada y la madrugada me sabe diferente, me sabe agría, vacía, sé que no puedo exprimir nada positivo o reconfortante de estas noches...ni de estos días.

Me marcharé a dormir e intentaré recordar que hay que seguir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario