Esta nostalgia
Este sueño que vivo,
esta nostalgia con nombre y apellido,
este huracán encerrado tambaleando mis huesos,
lamentando su paso por mi sangre...
No puedo abandonar el tiempo y sus rincones,
el valle de mis días
está lleno de sombras innombrables,
voy a la soledad como alma en pena,
desacatada de todas las razones,
heroína de batallas perdidas,
de cántaros sin agua.
Me hundo en el cuerpo,
me desangro en las venas,
me bato contra el viento,
contra la piel que untada está a la mía.
Qué haré con mi castillo de fantasmas,
las estrellas fugaces que me cercan
mientras el sol deslumbra
y no puedo mirar más que su disco
-redondo y amarillo-
la estela de su oro lamiéndome las manos,
surcándome las noches,
desviviéndome,
haciéndome desastres...
Me entregaré a los huracanes
para pasar de lejos por esa luz ardiendo.
Estoy muriéndome de frío.
Gioconda Belli
Vuelvo a Turnedo con más frío que nunca.
Es como si todo se hubiese desmoronado. Era divertido
esconder tras la aparente espontaneidad y el desenfreno esta vida invariable y
sólida que me aportaba toda la seguridad que, hasta ahora, he sido.
Nunca había odiado los espejos, nunca me había sentido tan
poco identificada con mi reflejo, con mis gestos o con las sensaciones que no
sé si realmente experimento o sí las
imagino. Se han roto los esquemas, los planes, los proyectos...Se ha roto todo
lo que había diseñado para estar expuesto a pequeñas alteraciones (por supuesto
siempre bajo mi control).
Supongo que esto será vivir. Habrá que aprender a
reponerse de este vacío que ahora lo inmunda todo, a esta incertidumbre que
acapara todo.
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