domingo, 9 de marzo de 2014

Con un latido de reloj.

No suelo ser muy refranera, ni me gusta demasiado hablar del karma o volverme excesivamente mística en mis análisis. Intento evitar caer en esos errores porque tergiversan demasiado la realidad objetiva que se nos presenta pero últimamente hay una frase, de esas populares usadas casi a diario, que me alivia: EL TIEMPO LO PONE TODO EN SU SITIO.

No la interpreto como el tiempo sin que la acción humana tenga nada que hacer frente a lo que nos "depara" el futuro sino todo lo contrario. Realizar las acciones y disfrutar las personas y cosas que te hacen feliz sin la impaciencia temporal de querer ver  resultados inmediatos de todas las dinámicas que estamos trabajando por cambiar. Sólo con el tiempo un día nos levantamos y nos sorprendemos al observar que no estás afectada ni preocupada por algo que, antes, te habría reventado la cabeza e inundado de malestar.

En estos días estoy más calmada...más contenta. Por fin se solucionaron algunas historias de una independencia empezada con bastante mal pie pero bueno...nadie dijo que los comienzos fueran fáciles.

También en estos días he cambiado Clapton por Extremoduro. 
Volviendo a las raíces.

Con un latido de reloj - Deltoya 1992

Ya sé qué quieres, ya sé qué intentas,
tenerme todo el día metido en tu despensa.
Dime: ¿Quién eres?, ¿Qué te atormenta?
Te doy todo mi esperma y no sé si te alimenta.

Salgo de casa, muy despacito
y por las noches me vuelvo loco;
doy media vuelta y no necesito
estar tan cerca de ti.

Me quedé sentado en la parte de atrás
medio desquiciado, me hiciste entrar
y me quedo en el pasillo.

Hay gato encerrado en tu forma de hablar
algo nos estorba y yo quiero saber quién es
¡Quién es!, ¡quién es!, ¡quién es!.

Abro la puerta y soy yo también quien entra
Me gustaría poder salir fuera de mí.
Hago preguntas que nadie me contesta
y a media noche mi corazón empieza a latir
Tic-tac, tic.tac, tic-tac,

Nos tocamos con cuidado, 
nos hicimos esperar.
Sin saber qué hacer, 
no hace falta hablar.

Nos cogimos de la mano, 
nos echamos a volar,
y a la vez reír,
y a la vez llorar.

Me siento tan cansado, suena el timbre el otra vez.
Cuando estás a mi lado, no quiero saber quién es.
Desconectado, y no sé por qué y tampoco entiendo
que ya no sales en mis sueños.

Como un reloj, te tengo en la cabeza a todas horas.
Compréndelo, que tenga miedo a estar contigo a solas.
Te alejaste demasiado, nos dejamos de mirar,
y a la vez reír, y a la vez llorar
y cada uno por su lado, nos echamos a volar
y a la vez reír, y a la vez llorar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario